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Hace ocho años que empezó la crisis económica y los estragos que ha causado en el sector audiovisual catalán son enormes. Según la radiografía audiovisual económica de Cataluña 2008-2013, hecha por el grupo Clúster Audiovisual, el nombre de ocupados durante esos cinco años, se ha reducido en un 15% y se ha perdido un 21% de empresas. En cuanto al valor agregado bruto, el año 2008 llegaba a 196.718 millones de euros y en 2013 cayó un 4,7%; quedándose un total de 186.519 millones de euros. 

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Adiós a las producciones en TV3

 

La televisión pública catalana ha sido de las más afectadas en los últimos años por los recortes, pero tanto TV3 como las otras cadenas autonómicas se enfrentan a reclamaciones de dinero por parte del ministerio de Cristóbal Montoro. En el caso de la televisión catalana, la deuda asciende a 147 millones de euros (2015-2017), una cifra que se suma a la disminución de 12 millones de euros en los ingresos de publicidad y al déficit de 7,1 millones con el que cerraron 2017. Según un comunicado emitido en febrero por los Comités de Empresa de TV3 y Catalunya Ràdio, “sobre un presupuesto prorrogado con 231 millones de euros de aportación pública, la estimación del impacto del nuevo IVA a final de año sería -20,4 millones de euros”. Sumado a los dos anteriores montos (20,4 + 12 + 7,1), llegamos a la “alarmante cifra de 39,5 millones de euros menos para 2018”. A la cantidad de 147 millones de euros de deuda con Hacienda hay que añadir otros 30 millones de euros por la reciente reforma de la Ley del IVA, con lo que ascendería a 167 millones de euros. Esta última reclamación ha generado conflictos entre la cadena y las productoras catalanas.

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El pasado mes de enero, en una sorprendente entrevista que Vicent Sanchis concedió a Catalunya Ràdio, el director de TV3 alertó de la peligrosa situación en la que se encontraba la televisión pública catalana a raíz del cambio de la Ley del IVA aprobada en noviembre de 2017. La nueva ley de contratos del sector público cambiaba el criterio a la hora de contabilizar la deducción del IVA y, en consecuencia, la Agencia Tributaria española reclamaba a TV3 alrededor de 30 millones de euros. “No tendremos dinero para contratar ni APM? ni Polònia ni nada. No tendremos dinero para contratar producción externa”, explicaba Sanchis en otra entrevista, esta vez para Vilaweb. Y es que, como ha declarado el director del ente público catalán en diversos medios, si se ven obligados a hacer recortes lo harán en producción: “Hay un sector que lo sentirá más que nosotros, el de la producción audiovisual de Catalunya. Este sector que nosotros por ley deberíamos impulsar, ahora se encontrará sin absolutamente nada”.

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Tras las declaraciones de Sanchis, también en enero la asociación de Productors Audiovisuals Federats (PROA) presentó un plan de choque que contó con el apoyo de Productors Audiovisuals de Catalunya (PAC), Guionistes Associats de Catalunya (GAC), DonesVisuals y la Associació d’Actors i Directors Professionals de Catalunya (AADPC), para “evitar el fin del sector audiovisual catalán”. En el plan se pedía al “nuevo” govern de la Generalitat una “aportación extraordinaria” para “garantizar la viabilidad y supervivencia” de TV3. También exigían al gobierno español una “modificación urgente” de la Ley del IVA en cuanto a los medios de comunicación públicos, ya que dejarla como está supondría “la desaparición de muchas empresas del audiovisual y la pérdida de muchos lugares de trabajo”.

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Para Vicent Sanchis la solución pasa, en primer lugar, por pedir una prórroga presupuestaria y, en segundo lugar, por conseguir el visto bueno del Ministerio de Hacienda. “Y no creo”, sospecha, “que ahora mismo en Madrid estén dispuestos a ayudar a la CCMA [Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals]”. En abril el Tribunal Económico Administrativo Central (TEAC) dio la razón a la CCMA en el primero de los tres conflictos que mantiene con el Ministerio de Hacienda sobre el IVA. Esta decisión ha hecho que el ente público evite pagar los 59,7 millones de euros relativos al periodo 2012-2014 que demandaba la Agencia Tributaria. Aunque hayan solventado este conflicto, tal resolución no tiene nada que ver con los otros dos que quedan sin cerrar: el primero es el de 2015-2017 y el segundo el que comenzó en noviembre con el cambio de la Ley del IVA.

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“Esta semana hemos tenido la noticia de que la CCMA ha ganado la primera batalla del IVA que le reclamaba Hacienda. Es una espléndida noticia, sin duda, pero quiero aclarar, porque hay gente que lo pregunta, que esto no soluciona el problema de ahora”: estas eran las palabras que Raimon Masllorens, presidente de la asociación PROA y director de Brutal Media, usaba en su artículo “Bon viatge, capità!” publicado en el Infoproa de 16 de abril después de conocer el fallo del recurso por esos 59,7 millones de euros que presentó la CCMA contra la Agencia Tributaria. Y continuaba: “Ya os adelanto que este [en referencia al conflicto por el cambio de la Ley del IVA] es poco probable que lo ganen. Pero quiero recordar que tenemos el compromiso de que este dinero lo pondrá el govern a TV3 para dedicar a producciones externas”.

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Y es cierto: tras las reuniones que mantuvieron en enero los Comités de Empresa de TV3 y Catalunya Ràdio con todas las formaciones políticas de Cataluña, los diferentes partidos se comprometieron a que el nuevo govern, fuera cual fuese, resolvería el problema de financiación de la CCMA.

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Productoras vs. TV3

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La crisis lleva años afectando a los presupuestos de la CCMA, pero la aplicación del artículo 155 por parte del gobierno español, como afirmaba el Dr. Xavier Salla, profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona ha sido el remate: “Uno de los principales motivos por los que se ha bajado la financiación en TV3 es la mala relación entre los gobiernos”. Además, como nos explicó Xavi Morral, guionista y director de programas como El foraster, en una entrevista para Spoiler News, “aunque el artículo haya sido la última estacada, la crisis audiovisual catalana viene de antes”.

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TV3 ha gestionado erróneamente el contenido audiovisual que ofrece. Ha producido informativos eficaces y potentes, pero según Morral, ha creado también unos cuantos productos que provienen de productoras que utilizan formatos reiterativos. Esto afecta a la creatividad, porque TV3 siempre se había caracterizado por ofrecer un contenido original, pero al no tener rivalidad con ninguna otra cadena a nivel catalán la calidad baja. Morral también reconocía que la cadena catalana tiene un daytime que funciona muy bien pero el primetime ha caído, ya que han descuidado los programas insignia.

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Por otra parte, destinan más recursos económicos a potenciar la ficción que para impulsar contenido informativo o de entretenimiento, llegando a gastar en Vida privada, una miniserie de dos capítulos de la directora Sílvia Munt, exactamente 400.000€ por capítulo, pero para Òpera en texans tuvieron un presupuesto mucho más reducido, 11.000€ por capítulo, para El foraster es de 43.000€  y para El convidat, previo a El foraster, más de 80.000€  de presupuesto en un solo capítulo. En palabras del mismo Morral, la cadena catalana destina 800.000€ a una serie de dos lunes que equivalen a 2 temporadas de El foraster o unos 80 capítulos de Òpera en texans. TV3 tiene que promover la ficción pero no a este precio y más teniendo en cuenta la situación en el que se encuentran.

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En muchos casos compran formatos del extranjero que ya saben que funcionan pero no se caracterizan por producir ideas nuevas. Para Xavi Morral “el caso de la ficción en Cataluña es un auténtico desastre, lo que tiene que hacer la administración es potenciar los nuevos talentos y la creatividad”. El problema radica en que los productores siempre venden el mismo producto con las mismas personas porque ese formato ya funciona, no arriesgan y de esta manera no dan la posibilidad a personas desconocidas a dar nuevas ideas. El guionista catalán sabe que TV3 funciona así: “Tengo esta idea, necesito esta cara y te lo hago por este precio, pero esto no es un programa de televisión, es un acto de venta”.

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Por otra parte, grandes cadenas nacionales como Antena 3, sí que confían en las ideas de los futuros trabajadores, y ponen en marcha iniciativas como el  concurso llamado Proyecto Mañana, que consiste en que alumnos de diferentes universidades españolas se desplacen a Madrid para ofrecer proyectos que le pueda interesar al medio de comunicación. Si son seleccionados tienen derecho a realizar prácticas con ellos, pero para TV3 esto resultaría imposible porque no dejan en manos de estudiantes la cadena y esto resulta paradójico, ya que el futuro depende de ellos.

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La cadena catalana tampoco controla los procesos de producción de un programa, ya que según Morral entre la idea inicial y el primer programa transcurre demasiado tiempo. Además, producen una serie o programa sin emitir un episodio piloto, con lo cual no saben si ese producto realmente va a gustar al público.

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En este contexto, TV3 no ha tenido la voluntad de recapacitar, y la deuda de 30 millones de euros por el cambio de Ley del IVA les hizo anunciar en enero la cancelación anticipada del magazine Tarda oberta, producido por Mediapro, una de las productoras más potentes de Cataluña. Tras la cancelación del programa, el propietario de la productora, Jaume Roures impuso una demanda a la televisión pública catalana por incumplimiento de la cuota de emisión que establecieron en el contrato. El productor también ha dejado de suministrar imágenes de los resúmenes de los partidos de fútbol a TV3 por impago.

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Y es que el problema es que se ha creado una dependencia entre TV3 y las pequeñas productoras catalanas. “Ahora lo que tenemos es todo un conjunto de productoras que se han ‘parasitado’ a TV3, cuando esta deje de tener sangre lo pasarán muy mal”, declaraba Xavi Morral. Pero no sólo el guionista catalán opina así, el Dr. Xavier Salla, afirmaba rotundamente que “las pequeñas productoras se han mantenido a base de amiguismos dentro del sector, han aprovechado los contactos sin dejar entrar a gente igual o más válida, y es por eso que si TV3 cae, ellos caerán con ella’’.  

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“Somos conscientes que vivimos una situación de extrema complejidad y dificultad, pero si no intervienen con rapidez, TV3 se hundirá y el sector audiovisual catalán desaparecerá”, admitían desde PROA. Sin embargo, esta no es la única visión dentro del sector. Tal y como explicaba Jaume Roures en una entrevista para Spoiler News, si cae TV3, no todas las productoras catalanas desparecerán. Su grupo y otras grandes empresas de producción como Brutal Media, Minoria Absoluta o El Terrat, se verían perjudicadas, pero seguirían teniendo contratos.

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Las grandes productoras no mueren

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MediaPro es una gran productora cuya gran parte de los ingresos provienen de los derechos audiovisuales de las grandes ligas futbolísticas. La productora también ha estado inmersa en la producción de proyectos cinematográficos de directores de la talla de Woody Allen, Alex de la Iglesia o Roman Polanski. Entre las más de 80 películas destacan Messi, Midnigth in Paris o Vicky Cristina Barcelona, con la que Penélope Cruz consiguió el Oscar a Mejor Actriz. “Mediapro es de una dimensión excepcional”, indicaba el freelance Xavi Morral. Pero, a pesar de que muchos piensan que sólo se dedican a la distribución de derechos deportivos, sobre todo futbolísticos, Roures lo desmiente: “Hacemos museos deportivos y no deportivos en medio mundo.”

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Asimismo, esta gran empresa ha demostrado que siempre van un paso por delante en cuanto a tecnología. Con el paso de los años, “hemos montado nosotros solos el sistema, hicimos la primera televisión en el mundo sin cintas hace casi 20 años, en el 98 o 99 en Portugal”, explicaba Roures. En Mediapro también fueron los primeros en utilizar la alta definición y el 4K. Pero no sólo eso, sino que ya están produciendo contenido para plataformas digitales como Amazon, Netflix o HBO. Esos sí: sin dejar de lado una de las mayores plataformas de contenido multimedia como es YouTube: “Nosotros creamos junto con YouTube el primer canal de pago en el mundo dentro de esta plataforma. Se hizo aquí hace cuatro años impulsado por nosotros con ellos”.

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La productora de Roures tiene sedes alrededor del mundo y nació con la creación del mundial de motociclismo: Mario Conde compró gran parte de las acciones y cuando, a finales del 93- principios del 94, le detuvieron, se sintieron capaces de empezar con la empresa. “Como algo así podía pasar, nos fuimos y de esa casualidad nace Mediapro. No porque tuviésemos ningún proyecto atómico para desarrollar sino que creíamos que con lo que habíamos aprendido, nos podríamos ganar la vida razonablemente sin tener que depender de un político”, relataba Jaume Roures.

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Otra de las grandes productoras que encontramos en Cataluña es Brutal Media, cuyo presidente es también el director de PROA, Raimon Masllorens. Esta productora, de no tan gran envergadura como la de Roures, ha llevado a cabo programas de éxito dentro de la televisión pública catalana como El foraster y Òpera en texans, producciones de Xavier Morral. También han tocado diferentes géneros como el documental (Això no funciona, o potser sí?) o la ficción (Laia), con la que tuvieron problemas de gestión, reconocía Masllorens en Radio Arenys: “Me hubiera gustado tirar adelante con el film antes, coincidiendo con el año de Espriu, pero las gestiones que se tenían que hacer lo impidieron”.

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Brutal Media ha trabajado por libre, pero también ha realizado producciones para empresas privadas como Telecinco y para públicas como TV3, a la que, como hemos visto, le ha proporcionado algunos de sus programas de más éxito. En este momento se encuentran en la realización de diferentes proyectos, en su mayoría series, algunas de ellas coproducciones en las que colaboran con otras productoras como Minoria Absoluta.

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Minoria Absoluta, otra de las grandes productoras catalanas, nace con la aparición de RAC1. Toni Soler, creador de la compañía, reunió a otros dos periodistas (Manel Lucas y Queco Novell) para la producción de un programa que terminaría convirtiéndose en el nombre de la productora. Desde esta han ideado programas que han tenido mucho éxito en TV3 como el ya mítico Polònia, que lleva once temporadas en emisión la televisión pública catalana, o Crackòvia, y TVE también ha adquirido algunas de sus producciones.  

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Gracias al éxito que han tenido en los medios públicos, la productora de Soler, especializada sobre todo en contenido humorístico, ha conseguido hacerse hueco a nivel internacional con producciones para la prestigiosa cadena FOX. La clave de su éxito,  tal y como explica el propio Toni Soler en una entrevista en la Universidad Pompeu Fabra, radica en la diversificación: “Somos gente de perfiles muy diversos, de ámbitos muy diferentes y, por otro lado, la diversificación nos parece estratégicamente importante”. Y su principal valor, la creatividad: “Somos mucho de puertas abiertas, no nos consideramos una empresa con sentimiento de clan. No limitamos, al contrario, favorecemos que la gente haga cosas fuera de la productora. Es importante que la gente que trabaja aquí no se encuentre forzada y sienta que la creatividad está bien valorada”.  

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Por último, encontramos una de las grandes productoras catalanas cuya marca se asocia al nombre de Andreu Buenafuente. El Terrat, productora con sede en Barcelona, ha conseguido hacer todo un universo son grandes producciones de todo tipo. Estas producciones van desde programas de un éxito incuestionable como Late Motiv o Preguntes Freqüents a cine, series e incluso Branded Content y programas radiofónicos.

 

El Terrat, además de tener como propietario a Buenafuente cuenta, entre otros muchos actores o humoristas de gran renombre, con personajes como Silvia Abril, pareja del humorista, Berto Romero o David Broncano. Al igual que Minoria Absoluta, esta productora nació a raíz de un programa de radio que llevaba ese mismo nombre, pero aunque empezó haciendo la mayoría de producciones para la televisión pública catalana, es un claro ejemplo de expansión. Actualmente, pese a tener unos inicios muy ligados a los medios públicos, ha sabido encarrilar su rumbo hacia otros medios e, incluso, hacia plataformas de contenido digital como Movistar +.

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Subvenciones

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En el plan de choque que presentaron las diferentes asociaciones de productores en enero incluían la petición de la creación de un consejo de gobierno de la CCMA que permita liderar el cambio de modelo y unir en el mismo frente a todos los actores del sector audiovisual, así como la creación de una mesa de trabajo con representantes del sector y del govern para realizar un plan estratégico de actuación que permita redefinir el modelo audiovisual de la CCMA garantizando la viabilidad del sector por siete años más.

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Aun así, las productoras tampoco tienen grandes ayudas, así lo admite Jaume Roures: “No recibimos subvenciones ni de la Generalitat ni del Estado”. En la entrevista reflexión acerca de la importancia de las subvenciones ya que según él, “no hay nada que funcione a base de subvenciones porque lo que funcionaba a base de ellas al final acaba desapareciendo”. Estas afirmaciones nos hacen pensar en las pequeñas productoras, que como hemos mencionado anteriormente, son “parásitos”, como los denominaba Xavi Morral, de TV3, sin la cual no podrían sobrevivir.

 

Así vemos cómo todos ellos nos evidencian que no se puede sobrevivir con subvenciones ni medios públicos o amiguismos, sino a través de contenido de calidad, tal y como hemos visto a raíz de las productoras que más han triunfado. Se puede empezar con estas ayudas pero no depender de ellas para la continuidad de la empresa.

 

Pero, ¿cómo es realmente el proceso de venta de una producción? “Cada producción es un mundo”, sentenciaba Masllorens en la entrevista. En cada formato -ya sea cine, cine para televisión, series, documentales, programas, etc.-, el proceso de compra-venta es diferente y siempre se tiene que tener en  cuenta para quién trabajas, para quién produces el programa.

 

Pero no solo las productoras son creadoras de contenidos, igual que no son las únicas que  nos pueden aportar una visión sobre el funcionamiento de los audiovisuales catalanes. Existen los freelance, aquellas personas que trabajan ocasionalmente para alguna productora (o empresas en otros sectores) pero que no se encuentran en la plantilla fija.

 

Si estás realizando una producción de un carácter más local o regional como sería un documental basado en la flora y fauna de Cataluña tendrás que adaptarte al medio de difusión -TV3- y a su público. Sin embargo, si tu producción es una película, “el productor es el propietario de esa obra. Entonces se puede financiar de muchas maneras, una es la televisión con la venda de derechos de antena. Con la pre-venda, no se quedan con la propiedad de la película sino con unos derechos de emisión. Al final tienes que encontrar el total de lo que necesitas y con estas diferentes pre-ventas lo puedes conseguir”.

 

Con respecto a los programas para televisión “la productora no tiene ninguna prioridad, tu fabricas para ellos”. Es decir, ellos te piden un programa concreto y tú fabricas según sus necesidades, “es como si tú me dices, ‘escucha, necesito una estantería en casa, fabrícamela tú’, y me la pagas y yo la fabrico. Es lo mismo. Esa estantería será la que me encargaste. Entonces aplicas un pequeño beneficio que siempre está estipulado en el precio final y lo haces por ese precio. Eres un fabricante”, así lo relataba el presidente de PROA.

 

Pequeñas ayudas

 

Hace tres años se creó la Tasa del Audiovisual. Este porcentaje consiste en un impuesto, más conocido como canon digital, de 0,25 euros al mes cobrado a las operadoras de internet. El dinero recaudado se destinaba en su gran mayoría; 95%, al fomento de la industria audiovisual. La parte restante; 5%, se utilizaba para la difusión de la cultura digital. A mediados de 2017 el gobierno central decidió quitar esta tasa, ya que se juntaba con el Impuesto de Valor Añadido (IVA). En consecuencia, las productoras perdían gran parte de su financiación.

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Ese mismo año, se presentó el Pla Estratègic de Suport a l’audiovisual català 2017-2020. Los tres objetivos principales son el fomento de la excelencia, reforzar las estructuras empresariales y contribuir a la diversidad de la identidad cultural propia. Entre las propuestas se incluye: uno, pensar un nuevo sistema de evaluación de proyectos; dos, crear un sistema de indicadores y, tres, renovar las líneas de ayuda.

 

Ingresos

 

Las diferentes crisis, tanto económicas como políticas, que ha sufrido Cataluña en estos diez últimos años ejemplifican cómo el sector del audiovisual ha perdido ingresos. El Llibre blanc de l’audiovisual 2016 recoge que entre los años 2007 y 2014 los ingresos se redujeron en un 17,9% en el conjunto del Estado Español.  Por otra parte, en el documento proporcionado por el Instituto d’Estadística de Catalunya (IDESCAT), Estadística de l’audiovisual a Catalunya, los ingresos de explotación en Cataluña durante el año 2014 fueron de 1.536.807 euros.

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Hasta el año 2013, Cataluña ocupó una posición similar a Bélgica, Dinamarca y Suecia en cuanto a la potencia del sector audiovisual, sobre todo, en las actividades relacionadas con cine, video y producción televisiva. Esta potencia es posible porque las empresas audiovisuales catalanas son capaces de proyectarse más allá del mercado propio. En el Llibre blanc se explica que la situación en territorios como Cataluña viene dada por la reducida dimensión del mercado interior donde los prestadores de servicios audiovisuales llevan a cabo sus actividades.

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Nuevas posibilidades para el futuro del audiovisual

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En el contexto en el que viven las productoras audiovisuales catalanas en la actualidad es muy complicado subsistir durante mucho más tiempo si no se buscan nuevas oportunidades y posibles salidas a otros mercados. Vivir de TV3 como ya hemos explicado en anteriores apartados, empieza a ser complicado, por no decir imposible. Los recortes que ha sufrido la televisión pública catalana y el futuro que se le augura, no parece ser muy optimista y es por eso que el conjunto de productoras que hasta hoy vivían principalmente de las ventas de sus contenidos a TV3, deben buscar nuevas salidas o están destinadas a la desaparición.

 

A lo largo de estos últimos diez años, el sector audiovisual, al igual que el resto de ámbitos y estamentos, ha sufrido una grave crisis económica. Pero es cierto que la tecnología también ha seguido desarrollándose a grandes velocidades, ofreciendo así nuevas posibilidades a la hora de trabajar, pero también a la hora de ofrecer. Estas nuevas posibilidades, que han surgido sobre todo gracias a Internet, son en gran parte posibles soluciones a las que pueden aferrarse las pequeñas productoras catalanas para reinventarse y sobrevivir.

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Plataformas digitales

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Durante los últimos años han proliferado muchas plataformas de contenidos audiovisuales como HBO, Netflix y Movistar+ enfocadas a series y cine, y otras como Spotify, Tencent y Apple Music dedicadas a la música. Además de grandes empresas de venta online como Amazon y Rakuten. Estas nuevas compañías de emisión y venta de productos audiovisuales, producen en ocasiones algunos contenidos propios, pero en muchas otras los compran. Es aquí donde se abre una nueva puerta para las productoras, incluso algunas ya han sabido aprovechar la situación y abrir nuevos focos de mercado.

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Este es el caso de Mediapro: “Nosotros estamos produciendo series para Amazon, hemos hecho películas y series para Netflix, distribuimos contenidos deportivos para Facebook, con HBO hemos hecho series y creamos con Youtube su primer canal de pago en el mundo ya hace 4 años”, aseguró Roures en la entrevista. El ejemplo de Mediapro evidencia la viabilidad del negocio entre productoras y plataformas digitales, pero no es la única productora catalana que ya trabaja con ellas, Brutal Media también es otro ejemplo, según explicaba Raimon Masllorens: “Nosotros ya producimos This is art por YouTube, pero no como único canal de transmisión, sino compaginándolo con la televisión”. Y defendía: “Debemos hacer convivir la televisión con las plataformas online, incluso compartiendo contenidos entre ambos medios”.

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Medios sociales

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No solo la tecnología ha creado plataformas digitales, sino también los denominados “medios sociales” en el Llibre Blanc de l’Audiovisual de Catalunya del Consell de l’Audiovisual de Catalunya (CAC). En éste se hace referencia a la posibilidad de hacer productos audiovisuales y competencia a los medios tradicionales, a través de los medios sociales. Es decir, aquellos medios que permiten la autocomunicación de masas, a través de la creación e intercambio de contenidos por parte de los usuarios. Con estos existe la posibilidad de generar productos audiovisuales e informaciones de manera fácil y, también poder comunicarla y distribuirla a través de las redes sociales, algunas de ellas ya especializadas en contenido audiovisual como vídeo: YouTube, Vimeo, Daily Motion o Vine; fotografías, vídeos o ilustraciones: Tumblr, Instagram, Flickr o Pinterest; o incluso transmisión en directo como Periscope o Meerkat.

 

Sin embargo, ante tal abanico de posibilidades, las opciones que ofrecen las redes sociales todavía no han sido explotadas del todo, y aunque los medios tradicionales han empezado a hacer uso de ellas, las productoras pueden optar por la producción de contenidos especializados para emitir, comunicar y difundir a través de estos medios sociales.

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Crowdfunding

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Por otro lado, otra fuente de financiación que puede ser viable para pequeñas productoras en el momento de iniciar un proyecto y necesitar liquidez, es el crowdfunding, un proceso para obtener recursos o mecenazgo de manera colectiva. Este tipo de recaudación económica la puede llevar a cabo cualquier persona o entidad de manera sencilla, haciéndose visible la causa sobre todo a través de las redes sociales, aunque pueden a través de plataformas especializadas en ello como Verkami.

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A día de hoy, en Cataluña se usa el crowdfunding para causas benéficas, pero no ha explotado aún como financiación en el ámbito laboral. En cambio, en Francia ya es una de las principales fuentes económicas del sector audiovisual, que desde 2009 ha recaudado 20 millones de euros para destinar al film y a la música. Es por lo tanto, otra posibilidad para impulsar proyectos humildes sin grandes presupuestos, aún por explotar en la industria catalana.

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Unión de fuerzas y esfuerzos

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Otra opción, compaginable con las nuevas posibilidades tecnológicas en cualquier caso, es acogerse al popular dicho “la unión hace la fuerza” y que pequeñas productoras unan recursos para crear grandes proyectos. Esta posibilidad la defiende Javier Soto, presidente de la productora gerundense Colosé Producciones, que publicó el pasado mes de abril en el Infoproa, el boletín informativo de PROA, un interesante artículo sobre esta necesidad de unir fuerzas y esfuerzos: “Todo proyecto impulsado con ganas, imaginación e ilusión se debe poder convertir en una realidad, y no debe ser un impedimento la falta de financiación”. Al fin y al cabo, el dinero es la gran barrera para la mayoría de grandes proyectos, que acaban en un cajón sin ver la luz.  

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El presidente de Colosé Producciones, cree que “con la actual fragmentación de la audiencia y la diversidad de plataformas, tiene que haber una forma de poder llegar a un público, por pequeño que sea, donde nuestras ideas puedan ser acogidas”. De esta manera, Soto apuesta por trabajar en proyectos comunes entre productoras, mientras negocian de manera conjunta con plataformas y las nuevas posibilidades que la tecnología ofrece, como anteriormente hemos comentado, para que cualquier producto pueda llegar a su respectiva audiencia, por pequeña que sea.

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Emigrar en busca de oportunidades

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Por último, resta la opción de emigrar a otra región, país, estado o continente. Una decisión tomada por muchos jóvenes con estudios, formaciones y experiencias profesionales de sectores muy diversos, a lo largo de estos últimos diez años, desde que empezó en 2008 la crisis económica.

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Xavi Morral, confesó a Spoiler News que como freelance de la industria audiovisual, había valorado la posibilidad de mudarse a Miami en busca de nuevas oportunidades laborales, pero que por motivos personales no cruzó el charco. Aun así, consideraba que “siempre es una posibilidad buscar trabajo en el extranjero, aunque es triste abandonar nuestras casas”.

 

Con todas estas opciones vemos que la cuestión es tener ganas de reinventarse, esforzarse y trabajar para lograrlo, buscar nuevas posibilidades y una vez encontradas, persistir en hacerlas realidad. Es un momento delicado económicamente para las pequeñas productoras catalanas, pero un gran momento tecnológico, gracias a la gran variedad de posibilidades surgidas para el sector, que quien sepa aprovecharlas, seguro realzará el vuelo y se consolidará en el mercado.